Los ataques de estos insectos, junto con otros organismos tales como hongos, cavadores y roedores contribuyen al saneamiento de los bosques ya que se puede decir, en líneas generales, que infeudan árboles enfermos o débiles. Esta acción, que se podría considerar beneficiosa en los bosques naturales, se torna perjudicial para los bosques alterados o en los viveros de repoblación.

En cuanto a las plagas forestales pueden considerarse endémicas a aquellas especies cuyos ataques se producen de una manera regular, como es el caso de la procesionaria del pino en las coníferas, o epidémicas cuando actúan como una plaga tan sólo algunos años.

La duración de los ciclos bióticos de muchas de las especies forestales es muy variable, pudiendo prolongarse durante años, cuando los factores ambientales son adversos, al alargarse los períodos de diapausa.