Garrido A, Martínez de Toda I, Díaz Del Cerro E, Félix J, Ceprián N, González-Sánchez M, De la Fuente M.

Social environment as a modulator of immunosenescence.

Expert Rev Mol Med. 2022 Aug 1;24:e29.

DOI: 10.1017/erm.2022.24.PMID: 35912691 Review.

RESUMEN

En esta revisión se recogen los estudios existentes (muchos de ellos llevados a cabo por nuestro grupo de investigación) sobre los efectos que el ambiente social tiene en el envejecimiento y longevidad de cada individuo. Puesto que la velocidad a la que se envejezca y, por tanto, la esperanza de vida que se alcance, depende de la capacidad de mantener la salud, y esta se consigue gracias a los sistemas homeostáticos, el nervioso, endocrino e inmunitario, nos hemos centrado en cómo el ambiente social influye en dichos sistemas, pero especialmente en el último. La razón es que el estado funcional del sistema inmunitario es un buen marcador de salud y hemos comprobado que también lo es de la velocidad a la que se envejece, siendo un claro modulador de esa velocidad y, consecuentemente, de la esperanza de vida. Mientras que la soledad o las relaciones sociales negativas deterioran la inmunidad, aceleran el envejecimiento y disminuyen la longevidad, las interacciones sociales positivas mejoran el sistema inmunitario, enlentecen la velocidad a la que se envejece y permiten una mayor longevidad (comprobado en ratones, al ser posible hacerlo por tener una esperanza de vida media, de unos dos años, mucho menor que la de los humanos). También, en la revisión se recoge el papel de la respuesta al estrés en esas relaciones sociales, la capacidad de hormesis, y la resiliencia que pueden generar, así como algunos posibles mecanismos subyacentes a los efectos negativos y positivos que el ambiente social ejerce sobre la inmunosenescencia.