Félix J, Martínez de Toda I, Díaz-Del Cerro E, Gil-Agudo F, De la Fuente M.

2024 The immunity and redox clocks in mice, markers of lifespan

Sci Rep. (2024 )Jan 19;14(1):1703

DOI: 10.1038/s41598-024-51978-9.

RESUMEN

La velocidad a la que cada individuo envejece, lo que se denomina “Edad Biológica” (EB) es más relevante que la edad cronológica para conocer cómo se está envejeciendo y por tanto el riesgo de morbilidad y mortalidad. Nuestro grupo desarrolló hace años unos modelos matemáticos, el ”Immunity Clock” y la “Firma Redox” en los que mediante la valoración en sangre periférica humana de una serie de parámetros de función inmunitaria y de oxidación-antioxidación, respectivamente, se puede determinar la EB de cada persona. No obstante, dada la gran longevidad del ser humano (con una longevidad máxima de unos 120 años y una esperanza de vida media, en España, de unos 84 años) no es posible conocer si esa EB que ha sido calculada para una persona, se relaciona con su longevidad. Para saberlo había que poder determinar esa EB en ratones que, con una longevidad media de 2 años y presentando una evolución con el envejecimiento en los parámetros inmunológicos y de estado redox similar a la del ser humano, podría permitirlo. En células inmunitarias del peritoneo (localización que permite obtener esas células sin sacrificar al animal) de 202 ratones, de una cepa no consanguínea, de diferentes edades se analizaron 10 parámetros de función inmunitaria y 6 de estado redox (seleccionadas como variables independientes, y la edad cronológica como variable dependiente) con los que se construyeron dos modelos matemáticos por regresión lineal múltiple para determinar la EB. El “Immunity Clock” y el “Redox Clock” obtenidos alcanzaron una R2 de 80,9% y un error de 6,38 y 8,58 semanas, respectivamente. Ambos modelos fueron validados en un grupo diferente de animales, obteniéndose un coeficiente de correlación de Pearson de 0,844 y 0,800 (P<0,001) entre EB y cronológica. Cuando se aplicaron estos modelos a un grupo de ratones que siendo adultos presentan un envejecimiento prematuro (PAM) y cuya esperanza de vida es menor que sus compañeros de la misma edad que no tiene ese envejecimiento prematuro (NPAM), se obtuvo una significativamente mayor EB para los PAM. También en dos grupos de animales que se sometieron a estrategias nutricionales para mejorar su longevidad (ingestión de un probiótico) o para disminuirla (un aditivo) se obtuvieron EB menores y mayores, respectivamente, que sus controles y eso se relacionaba con la esperanza de vida de los animales. En conclusión, El “Immunity Clock” y el “Redox Clock” en ratones permiten cuantificar la EB de cada animal, la cual se relaciona claramente con la longevidad que este alcance, hecho que puede ser extrapolado a lo que sucede en el ser humano.