Carolina Remacha, César Rodríguez, Javier de la Puente, Javier Pérez-Tris
Climate change and maladaptive wing shortening in a long-distance migratory bird
The Auk, ukaa012
DOI: 10.1093/auk/ukaa012
RESUMEN
Una nueva investigación de dos componentes del Grupo de Investigación Biología Evolutiva y Conservación de la UCM, Carolina Remacha y Javier Pérez-Tris, muestra cómo las poblaciones de aves pueden experimentar cambios morfológicos que las desvían de su óptimo fenotípico, un fenómeno que ayuda a comprender las restricciones ecológicas que condicionan su adaptabilidad frente al cambio global. El estudio, publicado el 1 de Abril de 2020 en The Auk: Ornithological Advances, y titulado “Climate change and maladaptive wing shortening in a long-distance migratory bird”, analiza 20 años de datos de anillamiento de dos poblaciones de ruiseñores comunes del centro de la península Ibérica. Los investigadores han encontrado que los ruiseñores han ido acortando la longitud de sus alas para su tamaño corporal a lo largo de ese periodo, a pesar de que los individuos de alas largas tienen mayores probabilidades de regresar de su primer viaje migratorio. ¿Cómo puede ser esto posible si la selección natural consiste en "la supervivencia del más apto"? La clave reside en que la selección natural no favorece necesariamente a los individuos que sobreviven más tiempo, sino a los que dejan más descendencia. Los ruiseñores de alas cortas probablemente logran un mayor éxito en la reproducción, y por lo tanto compensan su menor supervivencia dejando más descendientes en promedio que los de alas largas. Pero tener alas cortas no puede por sí mismo mejorar el éxito reproductivo de las aves... Para explicarlo, los investigadores postulan que en los ruiseñores, las alas cortas podrían venir en el mismo paquete que otros rasgos que son favorables en las nuevas condiciones ambientales, debido a lo que técnicamente se conoce como correlación genética. Y es que durante la duración del estudio se encontró que el retraso de las primaveras, acompañado de una acentuación de la sequía estival, ha ido acortando el periodo disponible para la reproducción de estas aves en el centro peninsular, lo que podría estar favoreciendo a los individuos con inversiones reproductivas moderadas. La selección a favor de un menor tamaño de puesta podría dar lugar a una reducción de la longitud media del ala de la población como efecto colateral. En cualquier caso, al reducir la supervivencia durante las migraciones, las alas cortas están perjudicando más que ayudando en la adaptación al cambio climático, por lo que el cambio morfológico que experimentan los ruiseñores es claramente maladaptativo. Es importante tener constancia de este tipo de fenómenos si queremos comprender plenamente cómo se adaptan las poblaciones de aves a nuevos ambientes y ayudarles a hacer frente a los desafíos de un mundo cambiante. Este estudio no hubiera sido posible sin el esfuerzo de muchos voluntarios del Grupo Ornitológico SEO-Monticola, que han colaborado a lo largo de los años en sus estaciones de anillamiento de esfuerzo constante para el seguimiento a largo plazo de las poblaciones de aves.